¿Horario de Verano = Ahorro de Energía?
Como cada año, el horario de verano se pone en marcha desde el domingo 3 de abril hasta el domingo 30 de octubre, adelantando el reloj una hora a partir de las 2:00 am.
El ajuste aplica para todo México excepto la franja fronteriza con Estados Unidos (quienes ya hicieron este cambio en marzo), Quintana Roo y Sonora.
Esta medida fue aplicada desde 1996, con el fin de obtener un notable ahorro de energía eléctrica en el país, aunque para muchos, este cambio sigue significando un grave problema de estrés, cansancio, irritabilidad y baja productividad, entre otras alteraciones.
A partir de un estudio de la Cámara de Diputados, titulado “Horario de Verano. Antecedentes y legislación comparada”, que indica por qué el cambio de horario no es viable; la diputada Olga Luz Espinosa, hizo una propuesta para que a partir del siguiente año no se apliquen más estos cambios.
Así mismo, la Comisión Europea y la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron una propuesta similar que, si llegaran a aprobarlas, se aplicarían a partir del 2023.
Según una encuesta realizada a la red de Industrial Click en LinkedIn, donde se les preguntó: Con el horario de verano en MX, en sus trabajos/negocios/empresas/plantas, ¿Hay un ahorro tangible de energía?;
El 55% de los participantes respondió que el consumo es el mismo, mientras que el 21% considera que sí hay un ahorro de energía.
Con el horario de verano en MX, en sus trabajos/negocios/empresas/plantas, ¿Hay un ahorro tangible de energía?
De acuerdo al Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), citado por el diario “El País”, en 2018, el último dato disponible antes de que comenzara el Gobierno de López Obrador, el ahorro en consumo de energía eléctrica fue de 945 gigavatios, con lo que, según la dependencia “se podría abastecer 592.000 casas durante todo un año, o alimentar 8,3 millones de lámparas fluorescentes durante 24 horas por un año entero”.
No obstante, la diputada Espinoza asegura que, dichos ahorros “no se han reflejado aún en la disminución de las tarifas por consumo de energía de cada año en la población”.
De llegar a aprobarse la propuesta, entraría en vigor a partir del 1 de enero de 2023.