Advierten pérdidas y desempleo en el Sector Automotriz por aranceles impuestos por Trump.
Ford y General Motors se verían afectadas de aplicarse un arancel del 25% en autos importados impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De acuerdo con un reporte de Moody’s Investors Service, éste arancel significará grandes consecuencias negativas para la industria en el mundo.
En el caso de GM, importa autos de México y Canadá a Estados Unidos para abastecer el mercado estadounidense y el europeo, como la camioneta Silverado y la Sierra. Así mismo, Ford importa de México a EEUU los autos sedán Fusion y MKZ. Bruce Clark, vicepresidente senior de Moody’s, mencionó en un documento la posibilidad de tener que reducir la producción en las plantas de México y Canadá para trasladarla a Estados Unidos:
“Tanto GM como Ford tendrían que absorber el costo de reducir la producción mexicana y canadiense y trasladar alguna parte a EU. También tendrían que subsidiar las ventas en EU para compensar el arancel, podrían repercutir los altos costos a los consumidores”.
Al respecto Reuters señala que una coalición que representa a los principales fabricantes de automóviles extranjeros, que incluye a Toyota, Volkswagen, BMW y Hyundai, afirmó que las tarifas perjudicarían a los fabricantes de autos y consumidores estadounidenses.
En cuanto al riesgo de pérdida de empleos en el sector automotriz, la Asociación de Fabricantes de Automóviles Globales, agregó:
“En lugar de crear empleos, estas tarifas resultarían en la pérdida de cientos de miles de empleos en Estados Unidos que producen y venden automóviles, SUV, camiones y autopartes”.
La Alianza de Fabricantes de Automóviles, que representa a General Motors Co, Ford Motor Co, Daimler AG, Toyota y otros, instó a la administración en comentarios separados presentados el miércoles para que no avancen.
“Creemos que el impacto resultante de los aranceles en vehículos importados y componentes de vehículos dañará en última instancia la seguridad económica de Estados Unidos y debilitará nuestra seguridad nacional”, escribió el grupo, calificando las tarifas como un “error” y añadiendo que imponerlas “podría muy bien establecer un precedente peligroso” que otras naciones podrían usar para proteger su mercado local de la competencia extranjera”.